En esta ocasión, este beneficio otorgado por la presente gestión comunal alcanzó a cerca de 140 agentes que, en su mayoría, realizan tareas relacionadas a los servicios de mantenimiento y limpieza de los espacios públicos.  

Se trata de una iniciativa desarrollada por segundo año consecutivo y que incluye el resto de las vacunas necesarias para completar el calendario. Sobre ello, Gustavo remarcó que son vacunas adquiridas con recursos propios provenientes de los tributos de los vecinos, que son necesarias sobre todo para aquellos trabajadores de servicios más expuestos en la vía pública.  

Al respecto, afirmó que la vacunación llegará a todos los empleados municipales, incluidos aquellos que desempeñan sus labores en instituciones descentralizadas como los CCM o delegaciones. “Así como es importante ganar un mejor salario, también es importante prevenir enfermedades porque eso garantiza que el trabajador tenga una condición de trabajo más saludable. Por primera vez en la historia se ha fijado un plan para lograr que todos los trabajadores municipales tengan del área de salud del municipio un acompañamiento, una libreta sanitaria propia que permita detallar toda su historia clínica, y garantizar que tengamos una mejor calidad de vida para el trabajador”, subrayó. 

Sobre esa temática, consideró fundamental “generar conciencia sobre la importancia que tiene la prevención en estos momentos tan difíciles de pandemia. Además, esto ayuda a beneficiar la organización en materia de servicios porque generalmente, en esta época del año, muchos trabajadores sacan licencia por enfermedades y eso afecta el servicio que prestamos”.  

La directora general de Centros Comunitarios, Cristina Amarilla, indicó que la vacunación antigripal es para los trabajadores de los distintos turnos del CCM y la delegación municipal del barrio Güiraldes, y representa “otra atención más desde la gestión del intendente Gustavo hacia todos los compañeros municipales, sobre todo en esta época de pandemia”.  

Al respecto, Ana María Quintana, jefa de servicio de la delegación municipal Güiraldes, mencionó que algunos agentes no contaban con la vacuna antigripal y por ello se mostró conforme “porque es una forma de llegar al personal”. Mientras que la trabajadora comunal Karina Barboza, quien trabaja en barrido y recolección de residuos en el horario de 6.30 a 12.30 horas, valoró la iniciativa porque “desde que empezó la pandemia seguimos trabajando hasta el día de hoy”.