La provincia de Corrientes en tiempos normales está cubierta en casi el 40% de su superficie total por algún tipo de "pelo de agua", pero en el actual contexto de déficit hídrico esa cobertura estaría por debajo del 10%, según estimó el especialista del INTA y la UNNE, doctor Ditmar Kurtz, respecto a la sequía como uno de los factores que favorecen los incendios.

"La retracción de la superficie cubierta por agua es uno de los factores principales que incide en el actual escenario de incendios" destacó el Dr.  Kurtz, en el marco de una charla sobre la situación de incendios en Corrientes, organizada por INTA y la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE. Kurtz es director del "Grupo de Recursos Naturales" del INTA Corrientes, y además es docente de la Cátedra Edafología y tiene a su cargo el Seminario de Recursos Naturales de la Facultad de Ciencias Agrarias.

Además de referir al impacto de los incendios en términos de áreas afectadas,  en su exposición realizada de manera presencial y transmitida a través de redes sociales instituciones del INTA, el profesional se explayó además sobre la situación de déficit hídrico, que es uno de los factores que favorece la generación de los incendios. Según detalló, la provincia de Corrientes tiene una superficie cercana a los 9 millones de hectáreas, y está sometida permanentemente a pulsos de expansión y contracción de los cuerpos de agua.

En una época normal la provincia se caracteriza por tener su superficie en casi un 40% cubierta con algún pelo de agua, más o menos profundo, entre ríos, lagunas, esteros, bañados y otras fuentes hídricas. El resto, cerca del 60% es tierra firme, en promedio.

Cuando ocurre un efecto “tipo Niño” (Fenómeno del Niño de abundantes precipitaciones), “se da vuelta la proporción” y queda la provincia cubierta en 60% por agua y 40% tierra de firme. En tanto, cuando se producen periodos de bajas precipitaciones decrece el porcentaje cubierto por agua. “Esos pulsos hacen que estemos más acostumbrados a los períodos de exceso de agua que a las sequías” indicó en relación al escenario actual de pocas precipitaciones, con casi dos años de lluvias por debajo de promedios históricos.

En esa línea, estimó que actualmente menos del 10% de la superficie de Corrientes estaría cubierta por agua, muy por debajo del 40% promedio. El último relevamiento oficial del Grupo de Recursos Naturales del INTA, publicado a mediados de 2021, ya indicaba una cobertura del 15% de agua en la provincia, pero si se actualizara ese relevamiento ya se estaría por debajo del 10%, expresó aunque aclaró que se trata de una estimación suya, estimación que aún debe ser respaldada con datos de rigor técnico a través de relevamientos actualizados.

“Esos lugares con abundante biomasa, con biomasa verde en activo crecimiento, con elevada productividad primaria neta aérea, ahora en enero deberían estar verdes y sin embargo están secos por la retracción del agua, sumado a las altas temperaturas y demás factores”. Explicó que en esas áreas se ubican actividades productivas muy importantes como la forestación, arroz y ganadería, y que ahora están siendo afectadas por el problema del déficit hídrico. Señaló que la retracción del agua, la elevada evapotranspiración, las altas temperaturas, constituyen una diversidad de factores que hacen que estemos pasando “una situación excepcional”.

Según información del INTA, durante enero y febrero se observaron déficits de lluvias muy fuertes en el noreste del país que se combinaron con temperaturas máximas extremas que ocurrieron en todo el país, pero que en las provincias de Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones fueron más extensas. Al respecto, Kurtz señaló que el déficit de lluvias actual, en especial de enero, en el que llovió sólo el 10% del promedio histórico para ese mes, “intensificó el periodo de seca de varios meses, incluido un invierno muy seco en la región”.

La región NEA lleva 20 meses en situación de sequía severa. A ello se le agrega la histórica bajante del río Paraná que se posiciona como otro elemento de relevancia. Kutz indicó que el déficit hídrico se posiciona así como uno de los factores principales del actual escenario “excepcional” y que está favoreciendo la generación de incendios en la provincia de Corrientes.

De acuerdo al último informe del “Grupo de  Recursos Naturales” del INTA, los incendios ya afectaron más de 759 mil hectáreas en Corrientes. Desde primeros informes de principios de enero, el incremento del área afectada por incendios era de 20 mil hectáreas por día, y en el periodo del 7 al 16 de febrero ese indicador se incrementó a 30 mil hectáreas quemadas por día.

La cantidad de focos de calor, indicador muy relacionado a los focos de incendios,  en la provincia de Corrientes ya son los más numerosos de los últimos 20 años. En enero de este año se registraron 3.436 focos de calor, por encima del anterior valor más alto que se había registrado en enero de 2002 con 1.356 focos.

En tanto, en lo que va de febrero de 2022 ya se relevaron en la provincia de Corrientes más de 3.865 focos de calor. “La situación lejos de parar sigue” sostuvo para el finalizar, al tiempo que instó a seguir manteniendo los cuidados necesarios para evitar la propagación de los incendios en la provincia.