AMBIENTE
2 de agosto de 2021
"Cerrada por éxito": la belleza maldita de un Isla Virgen francesa
Una vista paradisiaca en plena bretaña francesa. La playa de Isla Virgen es una cala de guijarros blancos y aguas turquesas que atrae a miles de turistas todos los años, sin embargo, las autoridades han tenido que cerrarla al público debido a la contaminación y al deterioro provocado por la afluencia de visitantes, a los hay que vigilar constantemente:
"Hemos vallado la zona y la hemos señalizado, pero tenemos que recordar constantemente a la gente que está prohibido pasar. Deberíamos estar allí de forma permanente, pero eso es bastante difícil", explica Didier Cadou, responsable de medio ambiente de la cercana localidad de Crozon.
El ayuntamiento de Crozon, donde se encuentra Isla Virgen, invita a los turistas a visitar los 12 kilómetros de playas del municipio: "Lugares tan bellos", aseguran, "como este", y menos peligrosos: la pasada primavera, varias toneladas de piedra se desplomaron del acantilado de la playa. Afortunadamente, no hubo víctimas.
Pero la playa sigue siendo utilizada como reclamo en revistas turísticas y páginas de viajes: 65 000 personas visitan Isla Virgen anualmente, el triple que hace una década. Un éxito que trata de contrarrestar el alcalde de Crozon:
- "Este sitio excepcional se llama Isla Virgen", explica Patrick Berthelot. "Es conocido en todo el mundo y sale en muchas revistas dentro y fuera de Francia. Así que estamos haciendo una contra-comunicación, tratamos de evitar que aparezca en documentos o folletos como reclamo turístico. Lo repito, es importante que la gente no venga a este sitio, que lo aprecie de lejos", reitera el alcalde.
En las calles de Crozon hay carteles que recuerdan al visitante que está prohibido acceder a Isla Virgen, alimentando aún más el deseo de los cazadores de calas secretas en la costa bretona.