La economía pandémica dejó un racimo de sectores castigados, a los que les demandará tiempo la recuperación total. Empezando por el turismo y el rubro de los restaurantes y la hotelería, a los que las restricciones golpearon no sólo en la Argentina. Fue un fenómeno mundial.

En la Argentina, hubo un nicho especialmente afectado. Se trata del sistema financiero. Los bancos dejaron de atender al público de forma habitual apenas iniciada la pandemia. Los clientes deben sacar turno para ser atendidos en una sucursal. Una obligación que continúa hasta hoy, pero que promete cambiar en las próximas semanas.

El primero en volver a la presencialidad será el Banco Nación, la entidad más grande de la Argentina. Será el próximo martes 9.

Los demás bancos recién lo harían a partir de diciembre, aunque algunos evalúan hacerlo durante este mes sin esperar la orden oficial del Banco Central.

A diferencia de otros rubros económicos, como los supermercados, que siguieron atendiendo al público durante la pandemia, aplicando los lógicos protocolos en los peores momentos de contagios, los bancos cortaron la presencialidad hace un año y medio para no volver.

En el medio hubo un sinfín de rumores, peligrosos para la estabilidad del sistema, que vinculaba esas limitaciones a un supuesto interés del Gobierno por evitar que la gente vaya a sacar los pesos de sus cuentas bancarias para ir a comprar dólares en el mercado "blue".

Con el correr de los meses quedó a la vista que esa no era un argumento válido (por la simple razón que el dólar informal nunca achicó la brecha con el oficial, salvo esporádicos momentos).

La explicación puede estar ligada a una intencionalidad económica de los propios bancos, habilitada por el propio Banco Central.

Los datos oficiales dan cuenta de un ajuste en el sistema financiero. Ajuste en la cantidad de sucursales, que a su vez derivó en un achicamiento en la cantidad de empleados.

Los datos del Banco Central llegan hasta marzo de este año, con lo cual todavía falta contabilizar parte de esa contracción de la cual dan cuenta los propios banqueros que aceptaron el diálogo con iProfesional, en "off the record".

Según esos números, desde principios de 2020 hasta marzo de 2021 desaparecieron 224 sucursales (4.813 a 4.589). Mientras que los empleos se contrajeron en 2.975 personas: de 105.902 a 102.927 (ver cuadro).

El director de un banco privado líder da sus argumentos: "Forma parte de lo que estamos viendo a nivel internacional, no tiene que ver con la situación en la Argentina", dice.

La tendencia, según la fuente, es que el banco pase de la sucursal al teléfono.

"Es lo que viene pasando cada vez con mayor intensidad: la gente va cada vez menos al banco. A los que así lo deseen, siempre tendrán una sucursal para ser bien atendido", afirma.

Sin dar cuenta de magnitudes, el banquero admite que el ajuste continuará. "La pandemia aceleró un proceso ligado a la tecnología. Nosotros nos adaptamos", asegura.

Mientras tanto, la dinámica indica que el sector financiero -uno de los que logró esquivar la crisis pandémica- continuará con el ajuste de sus plantillas y de las sucursales.

Desde el Gobierno miran de cerca la situación, pero admiten que no hay mucho margen para intervenir. Un funcionario al tanto del negocio financiero argumenta, ante la consulta de iProfesional: "Es el sector que más tecnología incorporó. Revolucionó los medios de pagos".

El gremio La Bancaria ya alertó sobre este proceso, aunque para algunos delegados dentro mismo del gremio critican la lentitud de Sergio Palazzo en reaccionar.

"Los bancos demoran decisiones pues -liberados por los turnos y el teletrabajo- ajustan costos. Y no sólo cierran sucursales, sino también imponen retiros. Están en una arremetida, donde –como siempre y sobre todo en el sector privado– sólo importa ajustar para mejorar la rentabilidad", suscribió La Bancaria en un comunicado en el que reclamó por la urgente reapertura de las sucursales.

Lo que viene

El analista financiero Christian Buteler apunta que "hay una gran apuesta de los bancos hacia los medios electrónicos", que deriva en un achicamiento de sucursales y de personal.

"Esto que vemos se va a notar en una menor calidad de la atención de los bancos, hasta que los clientes se habitúen a las nuevas reglas del negocio. Hasta ahora, los clientes no están preparados para migrar a la tecnología, como les gustaría a los banqueros", explica Butekler a iProfesional.

Los bancos están acelerando la migración hacia los canales virtuales

Según el especialista, el ajuste va a continuar ya que hay en proceso una dinámica de retiros voluntarios en varios bancos del sistema financiero, que lógicamente derivará en despidos masivos en caso de que esos retiros no colmen las expectativas de los banqueros.

Otro financista consultado dijo que, en el mediano plazo, los bancos intentarán achicar costos con el cierre de más sucursales y, en todo caso, inaugurando oficinas especializadas. "Por ejemplo, hacia allí irán los departamentos especializados en algunos sectores puntuales, como el sector pyme o el campo".

"Será una mejor atención a los clientes pero achicando costos. No será necesaria ni la formalidad ni los gastos en seguridad o en alquileres que demandan las sucursales", asegura.