El precio promedio de los cortes de carne de consumo local aumentó durante septiembre un 1,8% en relación a los valores de agosto. En la comparación interanual, los cortes vacunos acumulan una suba del 67,6%, situándose por debajo del incremento general de precios estimado en el 83,9% interanual.

Sin embargo, si se observa la variación de precios desde 2020, en el acumulado de los últimos años el valor de la carne vacuna subió más que el IPC. Así lo determinó el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en su reciente “Monitor de la carne”. La inercia alcista se frenó cuando el Gobierno nacional decidió establecer el programa Cortes Cuidados, conjuntamente con la prohibición de exportar de una serie de cortes específicos.

En el periodo junio-septiembre, los aumentos promedios de los diferentes cortes registraron subas del 3%, quedando por debajo de la inflación del mismo periodo (24%). A diferencia de lo sucedido durante agosto, los “cortes intermedios” fueron los que más aumentaron sus precios: +2,1%. El resto, tanto los denominados “económicos” y “caros” aumentaron entre el 1,6% y 1,3%, respectivamente.

Cada vez se come menos carne

De todas maneras, más allá de que se detuvo la inercia de suba de precios en los cortes de carne, cayó la demanda. Es decir, la población sigue comiendo menos carne. Y eso se explica porque en todo el período analizado (2020-20222), su valor se ubicó por arriba de las variaciones de otros alimentos.

“Esta variación de precios explica, entre otras razones, la reducción en el consumo de carne bovina en los últimos años habiéndose reemplazado por otros tipos de carnes más económicas, como la aviar o porcina. Según el monitor ganadero anual de la Bolsa de Comercio de Rosario, el consumo per cápita de carne vacuna continúa perforando el nivel histórico, situándose en septiembre en 46,7 kilos por habitante por año. Frente a este escenario de caída del consumo, el precio comienza a moderarse en los últimos meses”, explicó el CEPA.

La mejora del precio también puede explicarse por el efecto sequía. La falta de lluvias hizo que se enviasen más animales a faena. Por ende, al aumentar la oferta, y bajar el consumo, los precios se fueron acomodando.

Si se analiza el comportamiento de la oferta en el mercado concentrador, el total de hacienda comercializada en septiembre de este año fue de 86.956 cabezas. Si bien se redujo un 6% respecto de los registros de agosto, representa un aumenta 13% en la comparación interanual. Y si se analiza en particular el novillo destinado a consumo interno, la oferta incluso creció respecto a agosto de este año en un 5,5%.