Veterinarios del zoológico de San Diego, California, en Estados Unidos, vacunaron a nueve simios contra el coronavirus, de los cuales cuatro eran orangutanes y cinco bonobos, que ya recibieron las dos dosis del antiviral. La pronta solicitud de los especialistas para que se desarrolle una vacuna eficaz para estos primates contra el Covid-19, fue realizada luego de que en febrero pasado ocho gorilas contrajeran la enfermedad. 

Según detalló The San Diego Union Tribune, los viales con los que se vacunaron a los simios provienen del laboratorio veterinario Zoetis, que comenzó la fabricación de estos antivirales en cuanto se supo que un perro se había infectado de Covid-19 en febrero de 2020.

A finales del pasado mes, los orangutanes y los bonobos fueron vacunados mientras los veterinarios los distraían con golosinas. La orangutana Karen, que en 1994 fue el primer primate no humano en recibir una cirugía a corazón abierto, ahora, tras 27 años, forma parte del primer grupo de grandes simios vacunados contra esta enfermedad, y así se convierte en un hito para la historia de la ciencia veterinaria por segunda vez.

La vacuna fue elaborada para inmunizar perros y gatos

A pesar de que originalmente fue diseñada para inmunizar perros y gatos, también puede funcionar en estos animales, porque, según determinaron, los fármacos desarrollados para mascotas están diseñados para el patógeno en concreto y no para la especie.

Los orangutanes recibieron la vacuna en el Zoo San Diego.

La circunstancia de que se contagiaran los ocho gorilas muestra que, por su forma de convivir en familias muy unidas, la propagación del coronavirus entre sus poblaciones podría ser devastadora en una especie en peligro.

Por su parte, el laboratorio Zoetis aseguró que la vacuna es eficaz y segura, y que ahora intentan solucionar el problema de los visones que, al infectarse, produjeron mutaciones del SARS-CoV-2, lo que provocó la orden de matar a millones de esta especie. 

El motivo por el cual vacunaron a los simios

Nadine Lamberski, jefa de conservación del zoo, fue quien impulsó la vacunación para estos primates no humanos. “Esta no es la norma. En mi carrera, no he tenido acceso a una vacuna experimental tan temprano en el proceso y no he tenido un deseo tan abrumador de querer usar una", explicó ala revista de National Geographic.