Los comerciantes desafían el poder de Gildo Insfrán y abren sus puertas pese al aislamiento
A pesar de haber retornado a la fase 1 de cuarentena, los gastronómicos formoseños abrieron sus locales y la gente salió a la calle
La captal de Formosa despertó y, ayer por la noche, la sensación era que nadie se iba a volver a dormir. Los formoseños salieron a la calle a manifestarse en contra del gobierno de Gildo Insfrán –que anunció el jueves el retroceso a fase 1–, y, pese a haberse dispersado tras la dura represión policial, lejos de volver a sus casas, muchos seguían en la vía pública.
En efecto, los referentes del rubro gastronómico decidieron desafiar la normativa provincial y abrir las puertas de sus restaurantes para recibir a las personas que todavía se movilizaban. “El bar está explotado de gente”, dijo entre ruidos de cacerolas y bocinas a LA NACION, Marcelo Ocampo, dueño del bar Pepe Guapo, ubicado cerca de la plaza San Martín, en pleno centro de la capital formoseña.
“Decidimos abrir porque en un año abrimos solamente dos meses, con días y horarios reducidos, solo los fines de semana, hasta la una de la mañana. Por fin pudimos juntarnos varios gastronómicos y hacer lo mismo, porque la gente tiene miedo de manifestarse”, indicó Ocampo, y agregó: “La gente salió masivamente como nunca, aplaude, toca bocina. Parece una fiesta. Es algo único lo que está pasando en Formosa”.
La Nación
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