A diez días de la primera de las elecciones nacionales que habrá en el año, el presidente Alberto Fernández pasó por la provincia para compartir un acto proselitista del Frente de Todos que se realizó en Fontana, ocasión en la que enumeró lo que considera como aspectos positivos de su gestión, al comparar con el macrismo como anterior administración de la Casa Rosada, sin soslayar lo que representó la pandemia y sus implicancias, que trastocan cualquier plan de gobierno.

En ese sentido, su discurso se basó en reiterar algunos conceptos que se hicieron célebres del Ejecutivo anterior y la construcción en el mensaje de algunas políticas de supuesto beneficio pero que representaban consecuencias negativas, como el endeudamiento indiscriminado y las “ventajas” de tomar un crédito a cien años.

“Trajeron al chico que jugaba la Champions League (la manera que había utilizado el exjefe de Gabinete Marcos Peña para referirse a las cualidades de Nicolás Caputo) y nos endeudó a cien años. Y cuando uno saca cuentas, el crédito se pagaba en 14 o 15 años y el resto era regalarle a los acreedores”, dijo Fernández, que ponderó las reestructuraciones de deuda que se fueron alcanzando este tiempo y que permitieron un ahorro de 37.000 millones de dólares y señaló que si bien resta el entendimiento con el Fondo Monetario Internacional, ese acuerdo que vaya a efectuarse no será a costa de desatender las demandas más básicas que admite que exigen respuestas, como el empleo.

Otra de las cuestiones que rememoró de quienes lo antecedieron en el Poder Ejecutivo fue lo vinculado con la obra pública, principalmente la construcción de viviendas. Para ello señaló que, al asumir, 70 por ciento de los trabajos de infraestructura se encontraban paralizados.

“Hoy hay más de 2900 obras en marcha en todo el país, que son claves para la generación de puestos de trabajo”, comentó. Mientras que en lo que hace a edificación de unidades habitacionales, sostuvo que durante el macrismo se hicieron y entregaron unas 10.000 viviendas y que, desde 2019 a la fecha, se adjudicaron unas 13.000 casas y que se planean hasta fin de año comenzar con la construcción de unas 100.000.

“La oposición no creía en la salud ni en la educación pública. Decían, por ejemplo: ‘¿Para qué vamos a abrir universidades, si los hijos de los pobres no llegan?’. Nosotros acercamos facultades a todo el país‘, expresó para señalar que cuando inició su gestión no existían los ministerios de Salud y de Trabajo, para subrayar la desjerarquización de dos áreas claves.

FALTA DE EQUIDAD

En otro párrafo, volvió a subrayar -como lo efectúa en cada paso por la provincia- la necesidad de corregir las desigualdades que hacen que el norte se vea postergado por el centro. “Hay una Argentina injusta que tenemos que cambiar, hay un centro rico con dos periferias, que son el norte y el sur”, dijo y recordó su compromiso con cada gobernador para generar un “país más federal”.

PANDEMIA

Respecto de la gestión de la pandemia, el jefe de Estado marcó que “no descansará hasta que cada argentino tenga las dos dosis”; y señaló que a pesar de que “muchos nos pusieron palos en la rueda”, consideró que la administración que hizo del asunto fue la correcta.

“Si cometimos un pecado, ese fue cuidar la salud de los argentinos. Si me quieren condenar, que sea por eso”, añadió.

“Ahora que estamos sobrellevando este tiempo y que entramos a la recuperación, les pido con la esperanza de siempre, con el amor que tenemos, con toda la fuerza: recuperemos la Argentina que nos merecemos para que podamos vivir la vida que queremos”, cerró el presidente.

Acompañaron a Fernández al Chaco los ministros nacionales de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Claudio Moroni.

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