NACIONALES
3 de junio de 2021
El desafío de lograr la inclusión de las mujeres en la minería salteña
Una de las grandes dificultades que enfrentan las mujeres que desean trabajar en las minas, es que aún existen empresarios que les asignan las tareas del mantenimiento y de la cocina.
Mujeres referentes de los sectores administrativo-gerencial, educativo, social comunitario, de empresas y organismos mineros mantuvieron un encuentro con el fin de compartir experiencias e ideas que maximicen todo el potencial para la construcción de la industria minera salteña. Sin embargo, no pudieron dejar de destacar el desafío que implica lograr una mayor inclusión en el sector.
La iniciativa estuvo impulsada por la comisión de mujeres de la Cámara de Proveedores de Servicios Mineros y Turísticos de la Puna (Caprosemitp), y su titular Mariela Martínez, contó ante Salta/12 que el factor común en cada una de las experiencias fue saber que "nos costó mucho llegar" a los puestos que hoy ocupan.
"La mujer es un papel importante en el sector minero", pero la realidad es que "hay proyectos que no están preparados para incluir a las mujeres". En ese sentido, Martínez destacó que en la actualidad son muchas las mujeres que se especializan en diferentes disciplinas, que van desde la geología hasta la gastronomía.
Un ejemplo es la Tecnicatura en Minería que se dicta en la localidad de Campo Quijano, donde hay un amplio porcentaje de estudiantes mujeres.
En la provincia de Salta, la mayor actividad minera se realiza en la Puna, por lo que en lugares como Salar de Pocitos o San Antonio de los Cobres, se arman campamentos mineros. Martínez dijo que en ese despligue, a los empresarios varones "les cuesta armar los campamentos" cuando una mujer va a trabajar en el lugar, o incluso, otros siguen sin considerar que pueden desempeñarse en él.
Para contrarrestar esa idea, la titular de Caprosemitp aseguró que cuentan con socias que dirigen empresas y son capaces de operar grandes equipos. "Las mujeres en la Puna están presentes", aseveró, dando la seguridad de que ya son varias las empresas que trabajan en la inclusión.
En tanto, Vilma Vacazur aseguró que actividades como el encuentro que mantuvieron el martes, del que participó la secretaria de Mineria y Energía de la provincia, Flavia Royón, son relevantes para trabajar la inclusión en el sector. Pero aclaró que con eso no sólo se refiere a las mujeres, sino también a las personas con "capacidades distintas". En su caso, padece una leve sordera en uno de sus oídos a causa de una meningitis.
Vilma nació en la Puna de Salta, hace 18 años que está inmersa en la actividad y hoy es la jefa de operaciones y logística minera en GVH, la empresa familiar vinculada al transporte que fundó junto a sus hermanos.
Desde el trabajo que vienen desarrollando en GVH aseguró que pueden decir que existe una minería distinta con "miradas hacia el futuro", vinculada a la seguridad, la salud y la educación. Recientemente estuvo representando tanto a su empresa como a la Caprosemitp en la Mesa Nacional del Plan Estrátégico para el Desarrollo Minero Argentino.
Salirse de las tareas de cuidado
Una de las grandes dificultades que enfrentan las mujeres que desean trabajar en las minas es que aún hay empresarios que les asignan tareas de mantenimiento y de cocina cuando optan por trabajar en la minería. Por eso Martínez dijo que permanentemente están apoyando a las mujeres que se deciden por otras ocupaciones.
"La mujer es muy señalada de que es ama de casa", dijo Martínez, planteando dos escenarios. El primero, que cuando una mujer logra trabajar en áreas operativas o gerenciales, aún mantiene el peso de las tareas del cuidado en su propio hogar. Lo que lleva a que tenga "más responsabilidades y se le dificulte trabajar en la empresa minera".
El otro escenario es que en caso de poder trabajar, le ofrecen como primera opción el área de lavandería o cocina. Esto derivó en que haya mujeres que han sabido profesionalizarse en la gastronomía y convertirse en chefs, lo que les posibilitó dar servicio de catering en varios de los campamentos. En algunos casos, llegan a tener a más de 80 personas bajo su mando.
Además, la Cámara impulsa constantes capacitaciones, siendo la de informática una de las últimas. "Lo hacemos y estamos con la disposición de capacitarnos, buscando el incentivo constante a nuestras socias", indicó Martínez.
Por eso reiteró que "no es sólo pensar que la mujer tiene que ir a la limpieza o la cocina, sino que realmente pueda ocupar puestos en las oficinas o áreas administrativas". Así es que las distintas empresas que integran la Cámara ofrecen capacitaciones en sus rubros.
A pesar de que hay avances en materia laboral, Vacazur aseguró que persisten desafíos "porque la mirada hacia las mujeres y sobre todo en la Puna, parte de una idiosincrasia distinta a la de la ciudad". Al igual que Martínez, expresó que las tareas vinculadas al cuidado son las primeras que se les asignan, pero "hay mujeres conductoras, o capacitadas para poder desarrollar un producto o brindar un servicio".
Vacazur aseguró que ahí es donde entran las instancias de capacitaciones porque el apoyo de las propias empresas al trabajo mancomunado que se intenta lograr es importante para lograr el objetivo de la inclusión. En su caso particular, Vacazur está trabajando en la formación de líderes de convoy con camionetas guías-escolta, que son las que suelen trasladar a los trabajadores.
"Es un verdadero orgullo decir que hay mujeres manejando maquinaria en la sala de control y en el trabajo fuerte", precisó. Su interés particular por la actividad minera, principalmente por el transporte, se dio cuando veía pasar en su niñez a los trabajadores agolpados en las camionetas mineras que bajaban de la Puna en los años 90.
A partir de allí, comenzó a indagar en la seguridad minera. En este contexto de pandemia, ese interés se fortaleció ya que sostiene que "en cada movimiento que se realiza está la necesidad de llevar al trabajador sano y salvo a su casa", y viceversa.
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